También conocida como la "Casa de los Leones", es a menudo considerada como el mejor ejemplo de una casa colonial en Trujillo. En su abarrotada fachada rococó, emerge la cabeza de dos leones (de ahí su apodo). En su interior, los tres patios sostenidos por construcciones de madera y pintados con altos frescos florales, dan un encanto especial a esta casona. Hoy en día es el centro de la policía turística de la ciudad, y a veces también alberga exposiciones de arte, presentando a artistas particularmente conocidos, talentosos o intrigantes.